Está
claro que los primeros álbumes del Boss son solamente un apunte, un boceto de
lo que vendría luego. Y pese a que Greetings From Asbury Park, NJ pasó bastante
desapercibido tuvo el suficiente gancho para que los chicos de Manfred Mann’s
Earth Band se fijaran en una de sus canciones y la versionearan tres años
después. Llevándola además al número uno de las listas.
Con
la citada versión os dejo. Buen fin de semana. Sed felices.
Es
una canción sobada, manida y mil veces escuchada, pero eso no le quita ni un ápice de su
grandeza. Es un clásico en toda regla. Y la remasterización de que ha sido objeto para conmemorar el cincuenta aniversario de su lanzamiento es
fantástica. Aunque servidor se ha acostumbrado a escucharla en su versión
original en mono de 1967.
El domingo estará tocando en Londres. En una de sus
escapadas europeas. Y, valga la redundancia, otra vez se me escapa. No importa,
sus canciones siempre me acompañarán. Me consolaré con Ryan Adams y Little
Steven & The Disciples of Soul, que no son moco de pavo, en el festival Cruïlla.
Pero para Tom y sus chicos va la canción de este viernes.
Todo un clásico de su repertorio.
La
garganta de Shawn es una fuerza de la naturaleza. El vendaval de emociones que
surge de esas cuerdas vocales, curtidas en las profundas raíces del vasto
legado de la música tradicional norteamericana, es incontenible. El de Chicago
posee una voz expresiva, que comunica, dueña del mojo de los que sienten
profundamente lo que hacen, de los que el arte les brota de las entrañas y son
capaces de transmitirlo a la audiencia de manera casi física. Como si te tocara
con las interpretaciones.
Blues
del Delta, country gótico, góspel pagano, folk fantasmal, soul impío y rock se
funden en unas canciones que provocan escalofríos. Su carrera ha ido en
constante trayectoria ascendente y ha sabido aprovechar muy bien que
composiciones suyas figuraran en series de televisión de éxito.
Reseñar
que en su primera presencia en la ciudad condal el pasado mes de marzo, en
solitario y acompañado únicamente por su guitarra, colgó el cartel de “No hay
localidades” en la taquilla del local en que actuaba dejando gente en la
puerta. Regresa ahora acompañado por su banda completa, The Shapeshifters, cuyo
último álbum, The Gospel According Shawn
James & The Shapeshifters…, es uno de los secretos mejor guardados de
los últimos años. Un álbum monumental, una grabación que atesora tantas
sorpresas y tantos detalles en su interior que cada vez que lo pones es como si
fuera la primera vez. Talento a raudales.