Soy de aquellos que se carga de compactos cuando sale de viaje por carretera. Y en las vacaciones pues se pueden imaginar. Empiezo a llenar el porta CD's y sería incapaz de parar. No quiero tener la sensación de que en un momento dado me apetece escuchar algo y no lo tengo a mano. Evidentemente muchos de ellos vuelven a casa sin haber pasado por el reproductor del coche o por el pequeño equipo que suelo llevar. Otros si lo hacen y unos pocos se adueñan del láser con más asiduidad de la que uno podría en principio imaginar. Además las vacaciones son una época ideal para situar ciertas bandas en su su hábitat natural. Cruzar carreteras desde Catalunya hasta Asturias con Allman Brothers, The Band, ZZ Top, Lynyrd Skynyrd o la Credence es algo que nunca falla. Los kilómetros se hacen cortos y uno desearía que la línea blanca no acabara nunca para seguir hasta el infinito....Oh Lord, I was born a ramblin' man.....Solomon Burke y su maravilloso Don't Give Up On Me también ha tenido mucho protagonismo. Escucharlo en esos trayectos nocturnos de regreso al alojamiento con los enanos durmiendo en el asiento de atrás es muy especial. He revisado también la primera época de Whitesnake. La que más me gusta y la mejor para mi con diferencia. Antres de que se conviertieran en una banda de oxigenadas cabelleras y triunfaran en el mercado americano. Muchas de sus composiciones de esa etapa forman parte indisoluble de la banda sonora de mi vida. Los cuervos, siempre hay algún disco suyo en mi maleta, han tenido asimismo su territorio de vuelo privado. Before the Frost..Until The Freeze, Croweology y Three Snakes han sido en esta ocasión los elegidos. También han sonado Ryan Bingham, ¡qué ganas de tener su nuevo trabajo en mis manos!, Chuck Mead, Dirty Sweet, Wishbone Ash, The Inmates, Ooh La La (me encantan estos asutralianos), Tom Petty, el nuevo de Mellencamp, Motley Crüe, Rainbow, Johnny Moeller, The Parlor Mob, Electric Mary, Slaid Cleaves, el Nebraska del Boss, Blue Rodeo, The Company Band, Clutch, Zach Williams & The Reformation, UFO (otros que siempre viajan conmigo), Merle Haggard, Emmylou Harris, Warren Zevon, Dylan y Neil Young (of course), Drive By Truckers, los Stones, George Jones, Los Lobos, EvilMrSod, Blue Oyster Cult, Cracker, Boston (la única banda AOR que me gusta), Hellacopters, Social Distortion, William Elliot Whitmore, Ocean Colour Scene, Susan Tedeschi, el Roadsongs de la Derek Trucks Band, The Jayhawks, Eagles, Free, Willy Deville, Gov't Mule o Michel Monroe. En el apartado nacional han triunfado Soul Gestapo, su reciente Just One Day es uno de los discos del año, Burning y su acústico Dulces Dieciséis, Los Rodriguez, The Soulbreaker Company con Itaca (a la venta a partir de octubre) y No Temáis Por Mí de Hendrik Röver. Este último se mimetizaba a la perfección con la orografía asturiana y pre pirenáica hasta convertirse en un solo ente. Y ha sido el disco favorito de los dos enanos sin niguna duda. Voy a pensar en que me llevaré al próximo viaje...
martes, 31 de agosto de 2010
lunes, 30 de agosto de 2010
DÍAS DE VERANO
Ya estamos aquí. De vuelta a la rueda. En un par de días estaré de nuevo en el engranaje. Y que no falte tal y como están las cosas. Pero nadie podrá quitarme estos estupendos días que he pasado. Asturias es realmente un paraiso natural tal y como reza la publicidad institucional. Tuvimos un tiempo cojonudo toda la semana, la casa rural era preciosa y estaba en una ubicación privilegiada. El primer día ya flipamos bañándonos en la playa salvaje de Cabo Vidio. Apenas quince personas tuvimos el privilegio de presenciar una puesta de sol espectacular y tras ello una estupenda cena en una sidrería cercana. Otro momentazo fue el día pasado en el Parque Natural de Somiedo, con comida para anotar en el alberge, las patatas con congrio o el lacón picante estaban sabrosos de verdad, paisajes para recordar y una buena tanda de trekking zanjaron la jornada. O caminar por la Senda Costera, cinco kilómetros que recorren acantilados entre San Esteban de Pravia y la Playa Aguilar, con unos miradores estratégicamente situados para admirar unas vistas de cine. El día pasado en compañía de mi amigo Pablo de Avilés y de mi otro amigo Pablo de Mallorca que con su chica estaban pasando unos días también en tierras asturianas. El Pablo de la tierra ejerció de admirable cicerone llevándonos a comer a Casa Lin, ¡¡como estaba el arroz negro cullons!!, a visitar un par de entornos maravillosos, hacernos trasegar litros de sidra y rematando la jornada con unas cervezas en La Taberna de Hank (Luanca) mientras disfrutábamos del concierto de los rockers Los Vólidos (sí, con v) . También merece nota el homenaje que nos dimos en el puerto de San Esteban, una ventresca de bonito y una parrillada de carne de auténtico lujo, tras un baño en la diminuta playa que hay junto a las piscinas de agua salada. El mar estaba movidito y era un gustazo pelear contra las olas mientras rompían en estallidos de espuma contra las rocas. Los enanos se lo pasaron de muerte. Nos quedaron muchas cosas por ver y por hacer. Entre ellas, lamentablemente, no pude coincidir con mi amigo Omar de Gijón para tomar unas cervezas. Asturias necesita más que los seis días pasados allí. No me cabe la menor duda de que volveremos. Y la semana siguiente dirección a un entorno conocido. Hace diez años que vamos a pasar una semana en Agosto. Mi hijo mayor empezó a caminar allí, se le cayó su primer diente y me encuentro como en casa. Paramos en una casa rural cercana a Gerri de La Sal, en el Pallars Jussa. En un pueblo diminuto donde solo hay dos casas habitadas. La paz y el descanso están garantizados. Bañarse al atardecer en el lago de Montcortés es un privilegio, buscar gorgs para remojarse en las frías aguas, te ponen las pilas rápido, de los ríos, hacer trekking durante kilómetros sin tropezarte con nadie, observar las rapaces y los buitres levantar el vuelo aprovechando las primera corrientes de aire caliente, disfrutar de la tradicional comida en Casa Kiko de Llessui, ese all i oli de codony es magistral, tropezarte con zorros cruzando el camino, tomarse unas cervezas fresquitas en el chiringuito bajo el puente....En fín, qué bueno es ser rey!!!!!!!!!! Me alegro mucho de volver a leeros. Un abrazo virtual a todos.
sábado, 14 de agosto de 2010
MI HORA HA LLEGADO
Bueno hermanos y hermanas. Mi hora ha llegado, me toca. Me largo durante dos semanas, a repartir entre tierras asturianas, una, y el Pirineo de Lleida, la otra, a despejarme, comer bien, hacer algo de treking por la montaña, leer y descansar todo lo que pueda. Portaos bien, cuidaros y hasta la vuelta. Saludos a todos.
viernes, 13 de agosto de 2010
ELECTRIC MARY "DOWN TO THE BONE" (2010)
El disco salió originariamente el pasado 2008. Ahora ha sido reeditado, el 15 de junio concretamente, en toda Europa por la disquera francesa BAD REPUTATION con nueva remasterización y el regalito añadido de cuatro temas registrados en directo. Entre ellos un revisión del «Helter Skelter» de McCartney y Lennon. Hablamos de una banda de hard rock & roll a la antigua usanza. Con todos los ingredientes necesarios para apasionar a los seguidores del citado estilo. Su juventud les otorga un plus de energía y de actitud que revitaliza el género y lo pone sobre el tapete con fuerza. Un vocalista con garra y personalidad, dos guitarras motosierra a pleno rendimiento y una maciza sección de ritmo. No son unos desconocidos, por lo menos no en su patria. Se formaron en el año 2003, se trabajaron a base de bien el circuito aussie y en el 2007 registraron el EP "The Definition Of Insanity" que supuso el empujón que les hacía falta. Con el en las calles abrieron las giras australianas de Whitesnake, Judas Priest, Alice Cooper o Glenn Hughes y llegaron a pisar suelo europeo para hacer algunos shows junto a las huestes de Coverdale. Con la reedición del disco parece que están decidios a viajar a la vieja europa para realizar una gira de clubs. Down To The Bone es su segundo álbum, el primero Four Hands High (2004) paso prácticamente inadvertido, y se trata de una inmejorable carta de presentación. Llevo unos días escuchándolo y cada vez me gusta más. Temas breves y directos, «Let Me Out», «No One Does It Better Than Me», «Right Down To The Bone», «Long Way From Home», «All Comin' Down», «Gasoline And Guns», que se clavan como cuchillos y hacen bullir la testosterona. La banda va a cien por hora y no me quiero imaginar como puede ser una actuación suya en un pequeño y sudoroso club. A ver si tenemos suerte.....
miércoles, 11 de agosto de 2010
RUFUS HUFF / PÉTREO BLUES ROCK
No hace mucho el compañero Pedro12 dedicaba una entrada a los Kentucky Headhunters. Banda a la que tengo bastante abandonada, hace poco creo que sacaron un directo, desde hace tiempo. Pero me hizo recordar que el pasado verano uno de mis dealers discográficos favoritos, Disc K7, me recomendó este disco. Banda en la que milita Greg Martin, guitarrista de los citados Headhunters. La foto de portada acojona. Cuatro tipos, tres de ellos en el umbral de la sesentena y otro que tampoco gasta rostro de principiante, de mirada hosca y actitud huraña. Ataviados de tal manera que uno no puede más que asociar inmediatamente la imagen con aquellas cintas de cassette que alegraron la vida a transportistas y conductores desde los expositores de las gasolineras. Músicos con toda la pinta de haberse ocupado la existencia en busca de una oportunidad mientras descargaban los trastos ante las puertas de los clubs más ignotos. Pero, como decía Willie Dixon, no debemos juzgar un libro por su cubierta. Martin es el primer actor del compacto, con su Gibson Les Paul aullando como una bestia saciada después de haberse zampado de un solo bocado a tres cuartas partes de Montrose y la totalidad de Z Z Top. Boogie de aristas cortantes, afiladas por la muela del hard que llenó las arenas y las ondas radiofónicas de Norteamérica en los setenta, y corpulenta apariencia física. No apto para profanos, el disco hará las delicias de los fanáticos del proto hard prehistórico, las bandas de moteros veteranos, melenudos nostálgicos, aspirantes a guitarristas y a aquellos que, como un servidor, gustan de trincarse unas cervezas bien fresquitas entre blues rock de bases rítmicas contundentes y guitarras en su punto de saturación.
lunes, 9 de agosto de 2010
THE BLACK CROWES / ORGULLO SUREÑO VERSUS ANGUSTIA EXISTENCIAL
Estoy disfrutando de lo lindo de Croweology. Claro que hubiera preferido que se despidieran, han anunciado un hiatus indefinido, con un disco de canciones nuevas y, aun mejor, una segunda parte del maravilloso e inagotable Before The Frost...Until The Freeze. Pero esa revisión en clave semi acústica de muchas de sus grandes canciones me está acompañando estos días y lo hará durante unas cuantas semanas más sin ninguna duda. Una verdadera lástima que hagan un parón justo cuando han grabado un disco magnífico, cuyo valor aumentará con el tiempo, y han protagonizado una gira con conciertos realmente increibles. Hasta en eso son ejemplares. Si creen que tienen algo que ofrecer levantarán el vuelo de nuevo y si no permanecerán en el nido incubando otros proyectos. Son una de mis bandas favoritas y, como bien decía Félix Ortega hace unos días, somos unos privilegiados por ser contemporáneos de una de las más grandes bandas de rock de todos los tiempos. Creo que es el momento oportuno para recuperar un texto que escribí hace un par de años y fue publicado originalmente en la revista RUTA 66 como introducción a un extenso artículo sobre ellos a cargo de Sergio Martos. Espero que les guste....
"Los primeros 90 fueron muy agitados musicalmente, se apagaban bandas encumbradas y estilos masivos para dar paso a la explosión alternativa, al movimiento Grunge y asistíamos al nacimiento de aquella extraña mezcolanza de estilos que se dio en llamar Crossover. Entre 1989 y 1992 se editaron trabajos de un éxito impensable unos años antes como pueden ser Badmotorfinger de Soundgarden, Nevermind de Nirvana, Facelift y Dirt de Alice In Chains, Ten de Pearl Jam, The Real Thing y Angel Dust de Faith No More o Mother’s Milk y Blood Sugar Sex Magic de Red Hot Chilli Peppers. Evidentemente, esta arrolladora corriente arrastró en poco tiempo tras de sí a toda la escena de bandas de L.A. (Motley Crüe, Poison, Guns’n’Roses), a lo que quedaba del Nuevo Rock Americano, a los grupos de Metal más populares y mandó a las catacumbas al Rock & Roll convirtiéndolo, contradictoriamente, en la verdadera música alternativa en aquellos momentos. Para aquellos que, por esas fechas, ya habíamos dejado atrás la adolescencia y proveníamos de una formación musical iniciada en el Metal o el Punk y que continuaba por la senda del descubrimiento de las bandas clásicas no se presentaba un panorama muy alentador, aquella angustia existencial que se apoderó de todo, aquellas escenas de tortura emocional, de retratos de infancias difíciles, de búsqueda de la propia identidad en que se basaban muchas letras de las bandas citadas anteriormente no acababa de resultar lo suficientemente atractivas como para que nos subiéramos al carro de buenas a primeras. Sin menospreciar en absoluto los valores musicales contenidos en sus canciones y la vasta influencia que estaban teniendo en millones de adolescentes ávidos de encontrar sus iconos generacionales y que tomaban como propias las experiencias narradas por aquellos chicos de mirada triste, camisas de leñador, pantalones cortos. botas militares y drogas duras que, recogiendo el legado de mitos como Neil Young o Black Sabbath, vomitaban su desazón, su inadaptación e incluso el miedo a su propio éxito. Esta situación es indudable que dejaba huérfanos a una gran parte de aficionados que, como comentábamos antes, debía buscar refugio en los viejos discos o en los que contra viento y marea seguían en la lucha y ahí, beneficiándose de ese caldo de cultivo, es donde los Cuervos hallaron su espacio. Dos hermanos jóvenes e insolentes recreando sin ningún pudor los sonidos más tradicionales y perpetuando los comportamientos más típicos del estrellato, buceando en las décadas mágicas de los sesenta y setenta para recuperar y poner de actualidad la vasta herencia musical dejada por los Stones, los Faces, Allman Brothers, Humble Pie, Lynyrd Skynyrd, Sly & The Family Stone, Led Zeppelin y reivindicar el Soul, el Blues y el Gospel sin sonar inmovilistas, arcaicos ni rancios en ningún momento. Frente al desaliño anteponían la desastrada elegancia callejera clásica del rock, americanas de ante y terciopelo, pañuelos, camisas hindúes, chalecos de jugador, gafas de sol, sombreros, casacas sureñas, camisas de vaquero y botas de cowboy, y ante la introspección, la seriedad y la escasez de palabra el deslenguado carácter de un cantante que no tenía ningún problema en soltar perlas ante cada micrófono que se le pusiera por delante. Podemos citar por ejemplo la respuesta a un periodista después de comentarle que Kiz Richards, nada más ni nada menos, les había nombrado como una de las bandas nuevas más interesantes y el angelito no tuviera nada más que decir que “¿Richards ha dicho eso?. Debería meterse en sus asuntos y dedicarse a hacer mejores discos porque nosotros vendemos más que él” o “Nirvana eran unos copiones con suerte e inteligencia que lograron llegar a lo más alto sin mover apenas un dedo” y “América es un lugar donde puedes asesinar o abusar de niños, pero mientras tengas un millón de dólares no tendrás ningún problema. Pregunta a Michael Jackson o a O.J. Simpson”. Por no hablar de sus polémicas como teloneros de los venerables ZZ Top lanzando improperios durante cada concierto contra la marca comercial que patrocinaba la gira hasta ser expulsados finalmente de la misma y otros cientos de sucesos inevitables en un tipo con tanta facilidad de palabra y al que los años no han cambiado en absoluto, repasad la entrevista publicada en estas mismas páginas por Ignacio Juliá (Ruta 173, 2001) con motivo de la presentación de Lions, o el motivo dado sobre su reciente separación de la actriz Kate Hudson alegando que “la relación no era profunda, estaba basada únicamente en el sexo”. Y en contraposición a la sordidez de la heroína dominante en esos primeros noventa ellos apuestan fervientemente, liderando campañas en pro de su legalización, por la alegría de la marihuana y la reivindicación del carácter lúdico del alcohol además de protagonizar múltiples incidentes durante las giras, en aeropuertos, aviones, televisiones, radios y otros lugares que han culminado en un historial que acumula unas quince detenciones entre sus miembros o leyendas como la de la fiesta post concierto con presencia de las cámaras de la MTV que se convirtió en una bacanal en el mejor estilo setentero y que permanece inédita en los archivos de la cadena. Pero esto no bastaría si no tuvieran detrás trabajos tan sólidos como ese explosivo debut que fue Shake Your Money Maker, el enorme e inspirado Southern Harmony and Musical Companion, presentes ambos en la mayoría de las listas de lo mejor de los noventa, un disco tan completo musicalmente como Amorica, el cambio hacia terrenos más Jam con Three Snakes And One Charm o ese magnifico e infravalorado Lions. Tras todo lo expuesto no es de extrañar que el respetable respondiera comprando millones de copias y llenando sus conciertos por los cuatro continentes, jamás se borrará de mi memoria su primera actuación en una abarrotadísima sala Zeleste de Barcelona durante su High As The Moon Tour, para convertirlos en uno de los combos más grandes de aquellos años. Los posteriores acontecimientos son otra historia y, como en las bandas legendarias de las que recogieron el testigo, se reparten aciertos y errores que os contará Sergio Martos. Pero nunca debemos olvidar que en unos tiempos de cambio, de búsqueda de nuevos sonidos, de evolución y de originalidad ellos fueron uno de los más seguros puertos de refugio, un rayo de luz rompiendo el tono monocromático reinante y los principales defensores de los valores más clásicos del Rock & Roll. Otro día podremos discutir si esos valores son válidos o no pero en aquellos días The Black Crowes nos devolvieron a muchos el orgullo de creer en ellos."
sábado, 7 de agosto de 2010
THE PROMISE / THE MAKING OF DARKNESS ON THE EDGE OF TOWN
El próximo 14 se septiembre Bruce presentará en el festival Internacional de Toronto el documental que recoge la creación de uno de sus discos capitales. En el encontraremos imágenes de los ensayos previos en la propia casa del Boss, el trabajo en el estudio, entrevistas y todo el desarrollo del proyecto hasta su finalización. En teoría este documental estará incluido en el box set conmemorativo, no se sabe todavía la fecha exacta de su puesta en las calles, de Darkness junto a la versión remasterizada del disco y un DVD con imagenes de la gira de 1978 presentándolo. Fue la grabación con la que descubrí a Springsteen y la llegué a escuchar hasta fundirla. La copia que tengo en vinilo está prácticamente desgastada de tanto pinchar sus canciones en aquellas tardes / noches de la adolescencia. Y se sigue manteniendo como uno de mis favoritos de toda su discografía. Por lo menos de la que me interesa a mí. La que va de Greetings From Asbury Park (1973) hasta Tunnel Of Love (1987). Después solo algunas cosas sueltas de Devils & Dust y The Ghost Of Tom Joad han conseguido captar mi atención. Iremos ahorrando para hacernos con esa caja.
jueves, 5 de agosto de 2010
RÍO BRAVO
Ayer volví a ver Rio Bravo. La pasaban en la 2 y no pude resistir la tentación de quedarme en el sofá a disfrutar de nuevo de esa obra maestra dirigida por Howard Hawks y más ahora que se pueden seguir las películas sin cortes publicitarios en la televisión pública nacional. Un guión bien construido, que no cede ni un momento de tedio o relleno en los 141 minutos de duración y que otorga carácter a los personajes. John Wayne, en una de sus mejores interpretaciones, borda el papel de sheriff duro y parco en palabras que se atolondra sobremanera cuando anda cerca la ex cabaretera encarnada por Angie dickinson. Ya saben, el hombre que siempre sabe lo que tiene que hacer en cada momento pierde los papeles cuando se cruza con la mujer que le sube la tensión. ¿Les suena de algo la historia?. Y más cuando tiene como ayudante a una piltafra alcoholizada (Dean Martin), precisamente por culpa de otra hembra, que lucha por dejar el vaso y estar a la altura de las circunstancias. Otro que se sale es el veterano Walter Brennan. El eterno secundario brilla con luz propia en el papel de viejo gruñón aportando sentido del humor y dando el contrapunto a tanta tensión. También aparece el por entonces ídolo juvenil Ricky Nelson como un hábil y rápido pistolero que, tras el asesinato de su patrón, se pone la estrella en el pecho para situarse como defensor de la ley. Excelentes dialogos y buenas escenas de acción, la de la puerta del hotel es magnífica, rubrican uno de los mejores westerns de todos los tiempos. Cine con todas las letras. Como curiosidad podemos añadir que la canción que entonan Martin y Nelson en la oficina del sheriff, "My Rifle, My Pony and Me", era el tema principal de Río Rojo. Film protagonizado asimismo por Wayne y también dirigido por Hawks que se rodó unos años antes o que, en 1966, se utilizara parte del material descartado para otra obra de Hawks. Un western crepuscular títulado El Dorado.
miércoles, 4 de agosto de 2010
JIMMY PAGE & ROBERT PLANT / CAMINANDO POR CLARKSDALE
Me encanta recuperar discos en verano. La mayor disposición de tiempo libre me predispone a ello. Si hace unos días le toco a Gayson Capps ayer le cayó el turno al que nos ocupa. El mejor disco parido por Page y Plant fuera del gran dirigible. Es obvio me dirán algunos de ustedes, no hace falta pensar mucho. Es el único que grabaron con temas nuevos ya que el anterior, No Quarter (1994), era una mera revisión, con algunos matices, del cancionero de Led Zepp. Además creo, muy sinceramente, que es un disco que gana mucho con los años y las escuchas. El peso de la historia está muy presente, las baterías del malogrado Michael Lee (murió en el 2008 con solo 39 años) parecen tocadas por las mismísimas manos de Bonzo, el ambiente huele a Zepp por los cuatro costados pero las canciones suenan frescas, incluso con un ligero barniz 90's que les sientan estupendamente (por ahí estaba la mano de Steve Albini), ligeras, vivas. Plant canta de maravilla, con el tono de voz algo más grave por el paso del tiempo, pero pleno en expresividad y emotividad, escúchenle en "Blue Train", mientras Page sigue a lo suyo. Extraer de la guitarra ese peculiar sonido que no por conocido deja de ser soprendente, maestro en bajadas y subidas, complementando los temas de manera sublime. Y mención para los areglos de Tim Whelan y el trabajo en los adornos orquestales de Lynton Naiff en canciones como "Upon A Golden Horse". Hasta el título del compacto es una declaración de principios. Caminando por Clarksdale. Clarksdale es una pequeña población a orillas del delta del Mississippi. Históricamente considerado el lugar del nacimiento del blues. Fue muy bien recibido por el público, anduvo peleando en las primeras posiciones de muchas listas de ventas, y la crítica. Pese a esa buena acogida la continuidad de la colaboración entre ambos genios quedó suspendida después de la gira de presentación. Gira que no pasó por España, la de No Quarter si lo hizo, dejándonos a los fans sin lo más parecido a Led Zeppelin que han grabado Jimmy y Robert desde que dejaron de comandar los mandos de la nave nodriza. Total, que me encanta el disco....¿Y a ustedes?.
lunes, 2 de agosto de 2010
GAYSON CAPSS / WALL & RIDE
De todos los discos que se editaron después que el desastre del Katrina azotara la Big Easy este es uno de los que más escuché en su momento . Unos fueron hechos para recaudar fondos, otros con un evidente sentido lucrativo y otros hechos desde el corazón. El que nos ocupa pertenece a este último grupo. Oriundo de Alabama, llevaba la mitad de su vida, veinte años, viviendo en Nueva Orleáns y al ser destruida su casa por el huracán se vio obligado a marcharse a Tennessee. Su nombre empezó a despuntar formando parte del grupo Stavin’ Chain pero se situó en el mapa cuando algunas de sus canciones, contenidas en su álbum debut If You Know My Mind (Hyena, 2005), aparecieron en la banda sonora de la película A Love Song For Bobby Long protagonizada por John Travolta. Utilizando la música como liberadora terapia para encajar mejor la tragedia de tener que empezar de nuevo lejos de lo que consideraba su hogar, Wail & Ride nace del sufrimiento, de la congoja, de la sensación de pérdida y desarraigo que invade cuando todo lo que te rodea se viene abajo. También de la ira, de la rabia y de la impotencia de ver como los encargados de velar por el bienestar y la seguridad de los ciudadanos, las instituciones y el gobierno del país, no responden de la manera que debieran. Grayson refleja sus sentimientos entre acordes de country, de folk, de rhythm & blues y los sonidos propios de la ciudad anegada por las aguas apoyado en unas buenas letras y en una garganta rasposa y expresiva. No se muerde la lengua dedicando duros versos al inclitito presidente Bush en «New Orleans Waltz», remueve las entrañas en la canción que da titulo al compacto, dispara balazos directos al corazón como la preciosa «Daddy’s Eyes» y muestra cuan dolorosos pueden ser los recuerdos en «Jukebox». Un disco honesto que se situó, en mi opinión, entre lo mejor del 2006 en el campo de la música de raíces junto al Mescalito de Ryan Bingham, el Diamonds To Dust de Gurf Morlix y Up Front & Down Low de Teddy Thompson. Ha sido un placer recuperarlo estos pasados días y comprobar que sigue sonando de maravilla.
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