Una noche la de ayer de aquellas que, sin imaginarlo previamente, quedará en el recuerdo de los cuarenta o cincuenta afortunados que ayer estuvimos en el ROCK SOUND para ver el BUDGET HELICOPTER TOUR 2010. De entrada decir que la casi totalidad del público provenía de la escena punk de la ciudad, aficionados y miembros de bandas como The Bite o Naked Under Leather, brillando por su ausencia muchos de los que se llenan la boca con el folk, el rock americano de raíces o el country alternativo. Pero bueno, vamos al grano. Abrió la velada Cory Branan mostrándose mucho más arisco y crudo que en sus grabaciones en estudio. Notable como guitarrista ofreció unos escasos veinticinco minutos de canciones con carácter apoyado en un par de temas a la segunda voz por Jon Snodgrass. Detrás llegó la magia. Austin Lucas y su hermana Chloe no regalaron cuarenta minutos de excepción. Una guitarra, un banjo y dos voces magistrales dibujando folk, bluegrass y country con el corazón en la garganta. Un claro ejemplo de que no es lo que haces si no como lo haces. En esas canciones hay alma, rabia, sentimientos y emociones que contagiaron al público creando esa especial atmósfera solo posible en un club pequeño con el artista a dos palmos de tu cara. Tras ellos Drag The River ofrecieron un concierto caótico y genial a partes iguales. Las voces de Jon y Chad se complementan a la perfección y tienen un buen puñado de temas estupendos. Empuñando guitarra acústica (Chad) y eléctrica (Jon) se pasearon por territorios comunes a Neil Young en abruptas eclosiones guitarreras, tocaron folk profundo, recordaron su bagaje punk, no debemos olvidar su pasado en algunas de las bandas más importantes del movimiento a finales y principio de los noventa, e hicieron que no diéramos mucha cuenta de algún desbarre producto de la ingesta de alcohol. Cerraron con toda la tropa en el escenario para interpretar un «Dancing In The Moonlight» a medias entre el sincero tributo a Thin Lizzy y un karaoke de borrachos. Cuando todo parecía finalizado Austin Lucas hizo que los asistentes lo rodeáramos y acústica en mano nos deleitó con un precioso tema lento al que se fueron sumando poco a poco las voces de Cory, Chloe, Jon y Chad dejándonos de piedra. Juro que pensé que eran los sesenta y tenía a los chicos de The Band a dos metros de mí. Uno de aquellos momentos inolvidables. Uno de aquellos instantes que te recuerdan la razón por la que amas tanto la música.
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4 comentarios:
Pues hoy tampoco ni pajolera idea de ninguno de los grupos.
Lo mas importante es que conseguiste un momento mágico, no son fáciles esos momentos.
Pues yo tampoco conozco a ninguno... Habrá que investigar. Por lo que cuentas Rocksound (si no lo era ya) se ha convertido en el templo de los mejores directos.
Un abrazo
Como siempre la programación de la sala es increible, en esta ocasion no era lo mio, pero me alegro que pasaráis un buen rato. Saludos
Tampoco controlo a ninguno, lo confieso, pero es leer esto y me da una envidia que no veas.
Fantástico!!!
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