martes, 20 de diciembre de 2016

SADLER VADEN, TODO UN DESCUBRIMIENTO...


A los seguidores de la música de raíces el nombre de Sadler nos suena por ser el guitarrista de la banda de acompañamiento de Jason Isbell, los 400 Unit, cuando este se hace respaldar por la electricidad o por haber girado con Drivin' N Cryin'. Rizando el rizo aquellos aficionados muy sesudos y completistas lo conocerán por su trabajo al frente de Leslie, el grupo en que militó anteriormente, o por formar parte de la banda de la casa en el televisivo Austin City Limits. Por eso ha resultado todo un descubrimiento este disco, su segundo álbum en solitario, que ha llegado a mis orejas en los últimos días de este 2016 pese a haber sido editado la pasada primavera.

Un notable tratado de rock norteamericano y luminosas cadencias pop que aumenta su valor como compositor y vocalista a su ya destacada labor como fino estilista de las seis cuerdas. La suma de guitarras y melodía es un género en sí mismo. ¿Power pop? Claro, algo hay de eso y de muchas otras cosas en unas canciones que a un servidor le llevan a pensar en un artesano del estilo como Matthew Sweet.

Una decena de canciones en unos escasos cuarenta minutos que se hacen cortísimos y la obligación de darle varias vueltas a la galleta se hace perentoria. Temas fibrosos de alma rockera y electricidad en primer plano, «You Can’t Have it All», «Get You High», conviven con las brillantes armonías de «Into the Woods» o «Cherry Blossom Wine» y los sonidos  acústicos que visten composiciones como «Broken Home» y «Greta». Además de una excelente versión del «Nobody Gives a Damm About Songs Anymore» de John Moreland.

Otro de esos músicos esforzados que viven en la sombra, cuyo trabajo rompe las barreras de la distancia y el anonimato gracias a la red de redes para obsequiarnos con ese agradable sabor de boca y esa alegría de espíritu que dejan las buenas canciones.

Escrito para la web de Ruta 66


1 comentario:

Mix dijo...

Extraordinariamente estupendo!!