Un escenario y su guitarra. Eso es todo lo que necesita Malcolm para abrir su corazón a todos los presentes. Su música es tan real que sangra. Un torrente de emociones vertidas en letras y acordes. Un trovador al estilo de Townes Van Zant o Blaze Foley. Tipos que tenían claro que vivirían la vida a su manera. Cargando con las consecuencias que ello les podría acarrear. Folk, blues, country...La música de la clase trabajadora en una voz que araña como papel de lija. Lo descubrí con Not Forgotten (2007) gracias a la recomendación de mi amigo Andrés y el impulso de seguir escuchando más y más se tornó imparable. Ocasión única de ver a un artista de estas características por estas tierras que tiene el añadido, por si fuera poco, de hacerlo presentando su nuevo disco. Otro aliento de vida que responde por Dry The River.
Solo ocho euros te separan de la verdad.
Más info y venta anticipada en
No hay comentarios:
Publicar un comentario