No suelo leer prensa entre semana. Mi escaso tiempo no me lo permite. Pero si lo hago el domingo, me gusta respetar ese ritual de desayunar sin prisas leyendo el periódico. Es el día de los suplementos, los dominicales y toda esa enorme parafernalia de papel. Es una realidad la enorme bajada de calidad de los especiales domingueros. Casi todos convertidos en un dossier publicitario con escaso interés y poca chicha donde hincar el diente. Pero siempre hay excepciones. Y este pasado 20 de enero me tropecé con una. Era en el Periódico de Catalunya y, concretamente, en su Más Periódico. Firmado a varias manos nos tropezamos con un escalofriante reportaje sobre lo poco que vale la vida en algunos lugares del mundo. Lugares donde la existencia es un valor que siempre cotiza a la baja. Donde la supervivencia depende de algo tan aleatorio como la suerte o estar en el lugar equivocado a la peor hora. Asesinatos, violaciones, secuestros, torturas y pánico en enclaves como Gao (Mali), la India, Caracas, Gaza, Johannesburgo, Mogadiscio, Karachi (Pakistán), San Pedro Sula (Honduras), Goma (congo) o la tristemente famosa Ciudad Juárez en Mexico. Algo casi inconcebible para nosotros, instalados en esa aparente y "segura comodidad" donde la muerte solo sobreviene, en un 99%, a causa de enfermedad o accidente...
1 comentario:
Hay que recordar estas cosas para no perder la perspectiva, Manel.
Gracias por escribir sobre algo que nunca le gusta leer a nadie.
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