La vida sigue. El show debe continuar. Apoltronado en el sofá de casa y envuelto entre la mezcla de tristeza y, no nos engañemos, alivio que supone acabar con la tensión constante de esperar el final de un ser querido no me pasaba por la cabeza ir a ver a Farris. Pero las llamadas de amigos para sacarme de casa y el empujón definitivo de mi compañera me llevaron al Pabellón Municipal de Cerdanyola. En el marco del Festival de Blues que se celebra desde hace años en la ciudad y que se ha convertido en uno de los más importantes de Europa actuaba el gran Mike Farris. Motivo más que suficiente para estar allí. Tras una correcta sesión de calentamiento a cargo de Lady Dottie & The Diamonds, que fue de menos a más pero sin alcanzar nunca el punto de ebullición, el ex vocalista de los recordados Screamin' Cheetah Wheelies volvió a dar razones de peso para aquellos que creemos en él y se gano con toda seguridad muchos nuevos adeptos a la causa. Sobrado de voz, de carisma, de actitud, derrochando pasión y sentimiento, vibrando y haciendo vibrar a un público entregado y, los que lo veían por primera vez, asombrado ante tamaño derroche de facultades. Un animal de escenario como quedan pocos en la actualidad. Convirtiendo el frío recinto deportivo en una iglesia pagana para la redención de nuestros pecados entre cervezas y humo. Turbo gospel, soul rock poderoso, crescendos imposibles con las cuerdas vocales, las suyas y las de las dos estupendas coristas de color que lo acompañan, lanzadas al infinito. Tensión emocional e interpretativa estallando entre corazones en llamas. Música que penetra, que rompe fibras, que parte el alma, que te hace sentir bien, que expulsa demonios y atrae paz de espíritu. El pecador arrepentido, alguna loa al poder del rock & roll y las estrofas de «Jumpin' Jack Flash» intercaladas en medio de un tema dejan claro de que la cabra tira al monte, ha renacido, cual Ave Fénix, del pozo para llevar alegría a todo aquel que se ponga por delante. He visto la luz. Loado sea San Ronnie Van Zant. Arrepentíos descarriados. Regresar a la casa del Señor. El reverendo Farris velará por vosotros.
PD. Gracias a todos aquellos que mediante comentarios, mensajes, llamadas o mails han estado a nuestro lado en estos momentos tan difíciles. No sabéis lo que ayuda saber que la gente, que los amigos, están a tu lado. Muchas gracias, de corazón, de nuestra parte.
10 comentarios:
Ei!! Tio me alegro que disfrutaras del show, animo man. El de Prima Donna en Rocksound molo mucho, una sensación ara por el publico, Teen pero muy buen show.
A buen seguro que la actuación de Mike Farris te ayudó un poco a llevar la pena y el dolor.
La vida sigue y con directos tan alucinantes como la de este hombre, vale la pena luchar cada día.
Saludos y que no decaigan esos ánimos.
Me alegro que Mike fuese un poco balsamo en estos momentos.
un fuerte y sincero abrazo
Yo me lo perdí esta semana en Madrid por media hora.
Farris es maravilloso!!
Al menos la Encar me ha regalado la entrada para ver a John Hiatt.
Ánimo, Manel, y a seguir viviendo!
Me alegro que hayas podido disfrutarlo. Como escribes al inicio de tu entrada, la vida sigue (siempre sin olvidar a los seres queridos que ya no están), y el Sr. Farris contribuye a celebrar cada día que estamos en este mundo!
Ánimo otra vez, y un abrazo
El concierto de Mike Farris en Gijón fue el primero desde la muerte de mi abuela y desde luego muy emotivo. El perfecto show después de un mazazo semejante.
Ánimo.
Salud.
yo tambien estuve en Cerdanyola. Sali flipando, lastima que fuera tan tarde, me sobraron los Justo y pecadores. Creo que no hay nadie como FArris en un escenario hoy en dia. Me alegro que te animara.
un abrazo,
Entiendo lo que dices Manel. El año pasado en Vitoria y en idénticas circunstancias a las tuyas tuve la oportunidad también de que Mike Farris me hiciera más fácil ese paso. Tiene algo sanador; genera una energia de amor y alegria que te pasa por encima como un tren. Es un catalizador de emociones. No se explicarlo pero se que es bueno para el alma. Me alegra que te convencieran para acudir. Un abrazo.
Gran concierto, muy, muy grande. Y estupendo para compartir, que mi niña no rockea y también disfrutó.
Lo de la hora fue criminal, pues acabó a las 03.15 y a mí el despertador me suena a las 04.30 para ir a currar (sí, sí en domingo y a esas horas), así que me fuí a casa, me duché y pal curro.
Qué sueño.
Luego, casi empalmé durmiendo hasta las 04.30 de hoy.
Saludos
Mike es pura vida.
No queda otra amigo,hay que seguir.
Un abrazo
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