SOUTHSIDE JOHNNY & THE ASBURY JUKES / PILLS AND AMMO (2010)

Su nombre siempre va asociado a la escena de New Jersey de mediados de los 70. Y a los de Bruce Springsteen y Steve Van Zant. Crecieron musicalmente juntos, formaban parte de la misma pandilla, se movían por los mismos sitios y tocaban en los mismos bares. Su equipaje era parecido y cantaban sobre la vida diaria del sueño americano y las vicisitudes de la clase media para tirar hacia adelante. Todos sabéis lo que pasó. El Boss se encumbró al estrellato mientras Johnny se quedaba atrás. Sus discos eran cojonudos, su directo incendiario y su voz papel de lija empapado de soul. Algunos éxitos menores y poco más. Nunca se fue del todo pero su carrera se mantuvo en las trincheras de los perdedores. Ojo, perdedores en cuanto a la aceptación masiva no en cuanto a los logros musicales conseguidos. Con la crisis ochentera, nefasta para los sonidos más tradicionales y tras registar Trash It Up, un disco engullido por la moda disco por entonces en auge, todo parecía haber terminado para el bueno de John. Pero con la entrada de la década de los 90, el muy estimable Better Days y el apoyo de Springsteen, Van Zant y Jon Bon Jovi (fan confeso) resurgió cual Ave Fénix de manera maravillosa. Los siguientes trabajos, Messin' with the Blues (2000), Going to Jukesville (2002), Missing Pieces (2004), Into the Harbour (2005), Juke Box (2007) muestran al intérprete maduro y apasionado que sabe lo que quiere, que conoce su territorio y que hace las cosas por su propio placer y por amor a la música. Tiene un público fiel en los USA y en Europa, no se pierdan el doble directo registrado en Glasgow From Southside To Tyneside (2008), que no duda en aparecer puntualmente por esa fiesta en que convierte sus conciertos. Su nuevo trabajo, Pills And Ammo, es una verdadera bomba. Una explosión de rock & roll, blues, soul y baladas marca de la casa que goza de una producción potentísima y unas canciones maravillosas. Y con los Asbury Jukes sonando como un cañón. Y la voz. Su garganta sigue en plena forma, brillante, profunda, transmitiendo sentimiento, surgiendo de los altavoces para poner los pelos como escarpias. De cabeza sin ninguna duda a esas listas de lo mejor que tanto gustan. Subo el volumen, entra la armónica, los coros estallan, las cuerdas vocales raspan, las teclas explotan en un torrente de notas, la slide chirría con clase y abro una cerveza mientras sonrío pensando que «Keep On Movin'», una de las mejores canciones del año, es lo que necesito en estos momentos. Southside Johnny y los Asbury Jukes están de nuevo en casa.