La crisis económica
lleva adjunta otra crisis. Tanto o más importante que la puramente monetaria.
Estos tiempos de desajuste e incertidumbre fomentan la aparición de
comportamientos y actitudes mezquinas y ruines que quedan agazapadas cuando las
vacas gordas pastan a sus anchas. Están llegando a mis oídos últimamente
acciones que pensaba extinguidas. Como mínimo mayoritariamente, que siempre hay
algún desaprensivo que ejerce derecho de pernada. Coacciones, presiones, acosos
y derribos que, reforzados por el miedo a perder el puesto de trabajo, aprietan
todavía más a la clase que sufre la crisis en toda su extensión. Y,
lamentablemente, no solo por parte de los que deciden, el otro día una persona
me contaba un caso que me dejó horrorizado acaecido entre compañeros. No
deberíamos tolerar que la caída económica conlleve una caída de los valores. La
solidaridad, el compañerismo, el ser buenas personas, la verdad y el sentido
común son nuestras razones más preciadas. Que no nos las quiten. Y ahora, que
afloran los sinvergüenzas, debemos estar más atentos que nunca. Ah! Y lo de Supertramp, una banda membrillo como pocas y que nunca me ha gustado es, solamente, que me parecía un buen título
aunque un poco sobado…Así que ya me pueden empezar a despellejar sus devotos
seguidores…
3 comentarios:
Banda me brillo , jajaja me encanta, son más empalagosos que mi pequeño ponny
Totalmente de acuerdo, en las épocas de decadencia decáe todo, o casi...yo tampoco puedo con Supertramp.
Saludos.
It's raining again , este también está sobado .
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