Tras el chuletón de rigor en un buen asador y de pasar a tomar unos pacharanes viendo a Arenna, que buenos son, en esa gran idea que ha sido el Txuleta Rock nos plantamos en la carpa para ver a North Mississippi Allstars. Injusto, muy injusto horario el que les tocó a los hermanos Dickinson. Su popularidad en España es muy superior a otros artistas participantes en esta edición. Imagino que los rigores de las giras, vuelos, horarios, serán los que habrán mandado para esta ocasión. Sabedores de que estaban en un festival aparcaron las jams que pueblan sus conciertos y fueron a degüello. Blues que suena fresco y lozano, una batería que no da respiro y cancionacas a tutiplén. Se nota la falta de bajista, con el suenan más funkys, más souleros, pero siguen siendo un disparo que no falla. Grandes. Me habían hablado muy bien de Frank Turner y su fama en los países anglosajones va subiendo pero no me llegó en ningún momento. Puede que fuera la falta de fuerza en el sonido, la guitarra eléctrica apenas tenía presencia donde me encontraba, pero su pop rock me resultó insustancial e inofensivo y pasó sin dejar rastro. Exactamente igual que Sallie Ford. Si bien en disco queda resultona en directo su simpática figura no basta para esconder que le queda mucho camino que recorrer. Y a su banda todavía más. Como comentamos con Toni Castarnado y Marc Picanyol al cruzarnos en el escenario pequeño aquello parecía una banda de instituto. M Ward ya es otro rollo. Elegancia, clase, canciones, personalidad. Artista. Pero mejor en sala indudablemente. Y llegó la hora. Suena la introducción grabada, suben a escena, salen del PA los primeros acordes de «Workin for MCA» y despego del suelo al que no bajo hasta setenta minutos después. Con la salvedad de «Skynyrd Nation» todo el resto del show es un goteo de himnos inmortales que llevo pegados a este corazón de rock & roll desde que un compañero de instituto me dejó One More from The Road. Profesionales al máximo, con un Johnny Van Zant que se ha hecho con el papel, que se lo cree y que lo escenifica con eficacia y un Ricky Medlocke espectacular la leyenda sureña firmó otro instante para el recuerdo del ARF. Cuando las teclas del piano dieron paso a las notas de «Free Bird» Mendizabala palpitó de emoción y a un servidor se le escapó la lagrimilla, que ya estuvo a punto en «Simple Man», en esos minutos inmortales. Gallina de piel. La única pega es que ha sido el set más corto, unos veinte / veinticinco minutos menos, de todos los festivales europeos en los que han participado dejando en el tintero dos o tres temas más que hubieran sido al ostia…Me ha costado entrar en My Morning Jacket. Sobre todo en disco. Pero en directo se transforman. Parecen otra banda. Levitan sobre las tablas tocando diversidad de palos con una facilidad suprema y encandilando al espectador ante tamaña demostración de poderío. En el escenario pequeño The Union dieron una clase de hard rock clásico. Con un estupendo cantante y la Les Paul de Luke Morley (Thunder) como protagonista. Me coloco en las primeras filas de la carpa con el objetivo de presenciar desde un buen lugar el debut nacional de Hank III. Mientras le dio a su faceta country me supo a gloria. He machacado esos discos hasta la extenuación y, pese a alguna gamba instrumental que otra (parar de golpe al darse cuenta de que acababa de empezar una canción que ya había tocado), me encantó. Al final, cuando ofreció su cara metalera aguanté un par de temas y me largué. No me interesa esa vertiente, para eso ya hay otras bandas y artistas que lo hacen mucho mejor que él. Lee Fields y Charles Bradley pusieron distinción y alma soul. El primero con suavidad y elegancia te cala hasta el tuétano y el segundo va más directamente a la entrepierna. Estupendos. The Darkness no son mi taza de té. Me divierten sus hits y su look y entiendo a aquellos que se lo pasan de miedo con ellos...Creo que es más una cosa mía que de la banda. No vi a Brian Jonestown Massacre ni a Triggerfinger, un SMS me avisó que era un concierto fantástico, ya que emplee esas últimas horas en la charla y el cubateo con la tropa. Si la autoridad y el tiempo no lo impiden allí estaremos de nuevo en el 2013.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Hola Manel, en relación con ARF 12, un tema importante es la duración de los conciertos, mención especial para North Mississippi Allstars, no es de recibo que la duración oficial sea de 1 hora (o poco más), ha cada uno nos parecerá mejor uno u otro, en función de gustos, estilos...etc, pero lo del tiempo de concierto, pienso que la organización tiene que hacer una reflexión.
De los conciertos que ví, el que más me gusto My Morning Jacket - con diferencia-, luego hubo sorpresas, y otros que no ví, por imposibilidad, y otros que no me interesaban, es lo bueno del ARF.
El año que viene más.
Alberto
Cierto lo que comentas. Escasa la duración de la mayoría de los conciertos. Deberían replanteárselo seriamente, desde luego. Saludos.
El Sábado fué el único día que subimos y podría suscribir tu crónica casi palabra por palabra excepto en lo de My Morning Jacket,como dices tú,no son mi taza de té.
Con los Skynyrd has sido capaz de transmitir en pocas palabras todo lo básico de esta leyenda del Rock, me ha llegado al alma, y al igual que a tí, este rostro curtido en miles de batallas y cientos de miles de kilómetros, siempre se le perderá alguna lágrima por el camino...
Un saludo!.
Felicidades por asistir al Azkena. Por lo menos has visto a Hank 3. Como tu me he mamado todos sus.discos country, y descofio de sus filias metaleras.
Un abrazo.
Rock n'roll outlaw.
Publicar un comentario