AZKENA ROCK FESTIVAL 2012 / CAPÍTULO 1 / JUEVES 14 DE JUNIO

Aparcar el coche, registrarse en el hotel, dejar las maletas y empezar la primera ronda de cañas, sidras y pintxos es como volver a casa. A esa casa que solo visitas una vez al año pero que recuerdas durante el resto de los 365 días. Este festival es único, por la acogedora y cómoda ciudad que lo alberga, por la tranquilidad de su aforo, por la variedad de su cartel, para los aficionados al rock. Los habrá más grandes, quizás con mejores infraestructuras, con artistas más atractivos en cartel o lo que queráis pero, pese a sus deficiencias y errores (que los hay, nadie es perfecto), el ARF es un balón de oxigeno que echaremos mucho de menos cuando no se celebre. Yo desde luego vaya…Blue Öyster Cult dieron el pistoletazo de salida a la primera jornada. Lejos quedan sus años de esplendor pero los tipos están bien y conservan el sello distintivo de aquellos que son grandes de verdad. Les tocó un horario ingrato, con la gente situándose y saludando, pero sacaron nota. Israel Nash Gripka sigue igual de soso que en su paso por salas. Sus canciones son buenas pero carece del carisma necesario para otorgar un plus en directo. Plus del que va sobrado Dee Snider y sus Twisted Sister. Conciertazo, conciertazo, repleto de hits, simpatía y oficio. Hard rock callejero que rula de manera intensa sobre las tablas y que proporciona diversión y buen rollo a raudales. Y, repito, un frontman como mandan los cánones. Tras ellos Graveyard dejaron claro que son una apisonadora. Con esa muralla de preciosos amplis Orange dieron cera a todo lo que se movía. Blues duro y psicodélico que visto en una sala debe ser incluso más desbordante. Tremendos. La institución británica del boogie, Status Quo, siguió haciendo lo mismo que lleva haciendo décadas. Rascar guitarras al compás según las enseñanzas de Chuck Berry y cuajar estribillos pegadizos. A mí, que no los había visto nunca en vivo, me gustaron. Y al resto del personal, visto el eco obtenido, también. Steel Panther son una broma. Que funciona según el bagaje musical del oyente. Los que flipen con el rollo ochentero disfrutarán como cosacos. Al resto pues la primera media hora les hará gracia y el resto del show les dará igual. No me va en demasía el rollo de Pentagram y Bobby Liebling está cosechando el ser un pionero. Tuvieron un sonido excelente y sonaron potentes. Poco más. Los bostonianos de ascendencia irlandesa lo bordaron. No se me ocurre nada más adecuado para levantar el ánimo a esas horas que el punk rock a todo trapo que ofrecen los Dropckik Murphys. Tocaron su excelente versión del  TNT de AC / DC y salpicaron de jarana y fiesta la madrugada. En breve la crónica del viernes.