
A raíz de la entrada publicada por
Rockland sobre OZZY me he animado a recuperar este texto que escribí, allá por el año 2006 y para la revista POPULAR 1, sobre los dos primeros discos en solitario del Madman.
"Durante mucho tiempo circuló el rumor de que estos dos discos habían sido registrados en las mismas sesiones de grabación y, aunque luego se comprobó que no era cierto, no hubiera sido de extrañar. Las ideas de las fotos de portada eran bastante similares y el equipo de grabación prácticamente el mismo, aunque, en otra de sus más que discutibles decisiones, cambiara los créditos de “Diary Of A Madman” para incluir a Rudy Sarzo y Tommy Aldridge que no tocaron ni una sola nota. Tras ser expulsado de Black Sabbath en 1.979, debido a sus problemas con las drogas y el alcohol, la carrera del iracundo vocalista corría serio peligro y ni siquiera sus seguidores más leales daban un duro por él. “Blizzard Of Ozz” fue una autentica sorpresa para todos, cantando mejor que nunca y desmarcándose del estilo más pesado y siniestro de la banda que lo dio a conocer se presentó con un disco mucho más comercial, en el mejor sentido de la palabra, repleto de canciones de pegada instantánea y con vocación de “singles”. Abundante en momentos memorables como la inicial “I’Dont Know”, la inconfundible intro de “Crazy Train” que se ha convertido en uno de los Riffs míticos del estilo o una “Goobye To Romance” que es, todavía, la mejor balada que ha escrito con ese épico final de teclados, la controvertida “Suicide Solution” dedicada a sus excesos y los de Bon Scott por la que sufrió acusaciones de incitar al suicidio o la grandiosa “Mr. Crowley” con esa clásica introducción de teclados y unas rítmicas avasalladoras coronadas en un solo antológico. Y es que en este disco pudimos descubrir las cualidades de un guitarrista, procedente de los americanos Quiet Riot, que ya ha pasado a la historia, un prodigio de técnica, inventiva, agilidad, recursos y sorpresas llamado Randy Rhoads. El disco todavía contiene dos piezas dignas de mención, la más rockera “No Bone Movies” y “Revelation (Mother Earth)” con una estructura más complicada y aires casi progresivos. Para su segundo asalto, “Diary Of A Madman” repite músicos, Randy a las guitarras, Lee Kerslake (Uriah Heep) a la batería, Bob Daisley (Rainbow) a las cuatro cuerdas y Johnny Cox sustituyendo a Don Airey en los teclados, pese a que es Airey quien sale acreditado junto a los anteriormente mencionados Aldridge y Sarzo, Osbourne, Rhoads y el ingeniero Max Norman (asimismo presente en “Blizzard Of Ozz”) consiguen una producción mucho más acertada, potente y con las guitarras y la sección de ritmo mucho más presentes. El disco reincide en la dirección del anterior, con temas que se enganchan a la primera y con Ozzy suelto y evidenciando ser feliz fuera de la rigidez de los Sabbath y con la inspiración del tándem compositivo a pleno rendimiento como lo demuestra ese disparo a la yugular que es “Over The Mountain” con Randy marcando la línea desde el principio, consigue otra estupenda balada con “Tonight”, la desquiciada “Diary Of A Madman” u otros aciertos como “S.A.T.O.”, “You Can’t Kill R & R” o “Little Dolls” y que además contiene las última participación en estudio de Rhoads antes de su desgraciado fallecimiento. Dos discos para la posteridad, llevan vendidas más de siete millones de unidades desde su publicación, que demostraron que había vida después de Black Sabbath y que para muchos, como para un servidor, significó el redescubrimiento como músico y vocalista del “Madman”. Otra historia es el desastre perpretado en los “remasters” para la reedición de ambos años más tarde con la sustitución de las pistas originales por los músicos que giraban por entonces con Ozzy en otra de sus controvertidas acciones."