Otra bofetada más a la cultura. Cuando no son las ordenanzas municipales es la crisis. Y cuando no las ganas de hacer negocio. Este es el comunicado que han hecho público:
"Esta nota de prensa tiene intención de ser de carácter meramente informativo, aunque resulte casi imposible, dada la naturaleza de la misma, no imprimirle ningún tipo de connotación personal. En los próximos días emitiré otra de carácter personal (una vez asimilado lo ocurrido y con los sentimientos menos desordenados).
Este lunes, día 11 de febrero de 2013, Ritmo y Compás ha tomado la decisión del cese de actividades en su sede de Conde de Vilches 22. Dicho cierre tiene un futuro más que próximo, 28 de febrero, y afectará a todo el edificio, que cuenta con locales de ensayo, sala de conciertos, tienda y escuela de música (aunque esta última será resituada en la calle Monteagudo, 15, 4º, donde se encuentra también el estudio de grabación). La sede de Tomás Redondo continuará abierta.
En cuanto al departamento que nos incumbe, eso significa que, a partir del mes que viene, la sala de conciertos Ritmo y Compás cierra sus puertas. Para ser más concretos, el último concierto, se realizará el día 28 de febrero.
El motivo de tan triste noticia no es sólo la crisis, puesto que, aunque no podemos negar su efecto devastador, en realidad la sala se estaba reinventando; estaba trabajando más fuerte que nunca y tenía los ánimos muy arriba. Es más, disponía de una programación potente para los próximos meses. El motivo es simplemente que, una vez finalizado el contrato de alquiler del edificio, las partes (en este caso los propietarios del edificio y Ritmo y Compás) no han alcanzado un acuerdo para su renovación. Las exigencias económicas propuestas por los propietarios, así como una serie de condiciones contractuales, resultan totalmente inaceptables para Ritmo y Compás.
Después de muchas reuniones ha sido totalmente imposible alcanzar un acuerdo y Ritmo y Compás debe cerrar sus puertas en la sede de Conde de Vilches 22.
Resulta terriblemente desolador que el futuro de uno de los iconos musicales de la ciudad de Madrid, una sala que se había convertido en todo un referente de la música en directo, no sólo en España, sino también en Europa, haya llegado a su final por intereses personales. A fin de cuentas es tan sólo un edificio y un negocio, como otro cualquiera. Aunque para otros muchos, era su vida, su alma…
No sólo hablamos de cultura, de ocio, de música… Hablamos de corazón.
En cuanto nos sea posible os daremos más información al respecto. Mientras, quedo a disposición de todos aquellos promotores que tienen fecha contratada con la sala para ayudarles en lo que me sea posible.
Jose Herrera
Programador de conciertos de Ritmo y Compás"
Ánimo a toda la gente que ha trabajado y puesto sus ilusiones en tirarlo adelante. Público y músicos se quedan un poco más huérfanos.
Siempre que cierra una sala nos quedamos un poco más huérfanos de música.
ResponderEliminarEn Ritmo y Compás ví hace unos años a John Waite ,en un fantástico concierto,la única vez que ha actuado por aquí, e incluso tuve la suerte de que me firmara unos discos.
Además el edificio albergabá locales de ensayo,lo que lo hace doblemente doloroso.
Lastima!Es una verdadera verguenza el nvel de cultura que hay en este pais!Que salas hay que realmente sean salas para conciertos y que ayudas hay para que se pueda realizar una labor cultural de nivel? NADA!
ResponderEliminarA+
Otra amputación a la vida cultural madrileña.
ResponderEliminarRecuerdo que en esa sala vimos a los poderosos Nine Pound Hammer un colega, 20 personas más y yo. Con un escenario de unos 5 centímetros de alto, pueden imaginar la intensidad del show. Lo pasamos en grande.
Como están jodiendo esa maravillosa ciudad...están consiguiendo acabar con cualquier forma de ocio que no sean los toros, el balompié y los centros comerciales.
RIP Ritmo Y Compás