Otro año más, ya van once consecutivos que acudo, y espero que se celebren muchos más. Por muchas razones, porqué es un festival en que mis amigos y yo disfrutamos mucho, porqué me encuentro con colegas de todas partes de España, porqué es un placer volver a esa ciudad, porqué son una maravilla esas rondas de pintxos y cañas de cerveza (o sidra), porqué es un placer estar en un certamen en que lo que prima es la música más que el postureo, el hipsterismo y el ponerse ciego a saco. Los primeros que pude ver fueron los franceses The Shocks, me gustó su rock correoso y potente, luego Sex Museum dieron una nueva master class de presencia y canciones, The Sword sonaron compactos y matadores machacando riffs a muerte entre el hard clásico y el stoner, ni MClan (vi quince minutos y me parecieron totalmente fuera de lugar) ni Alberta Cross me dijeron demasiado (pese a que de estos últimos si esperaba algo). Llegó el turno de los Black Crowes y sobre Mendizabala cayó la magia durante dos horas. Musicalmente soberbios, con Chris inspirado al máximo (su sonrisa y su buen humor en backstage ya hacían predecir que la cosa andaría fina, fina) y Rich dirigiendo el timón de una banda para la que se agotan los elogios. Eligieron set festivalero si, pero hubo sorpresas, «Ballad In Urgency», «Good Friday», una impresionante «Thorn In My Pride», dos versiones «Feelin' Allright» y «Hush», y una buena ristra de clásicos. Verdaderamente fabulosos. Poco podían hacer tras ellos los insulsos Smashing Pumpkins así que nos fuimos a pillar sitio para The Sheepdogs. Otros a los que tenía ganas tras sus estupendos dos últimos discos y que ofrecieron un fabuloso concierto que se hizo corto, corto, corto y que nos dejó con ganas de más (grande la ovación que se llevaron al finalizar) y el deseo de que vengan pronto a una gira de clubes para poder disfrutar de su rock clásico de sabor sureño. Horisont cerraron el primer día con su hard rock guitarrero y entusiasta, aunque se perdieron un poco en el escenario grande. En breve lo acontecido al día siguiente.
Foto: Antonio C.
Foto: Antonio C.
Una de mis asignaturas pendientes en vivo, los gran Black Crowes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya me imagino que The Black Crowes barrieron al resto del cartel de ese día. Poco pueden hacer las demás bandas ante la clase de los Hermanos Robinson.
ResponderEliminarMe hubiera gustado ver a The Sheepdogs, pero seguro que vendrán pronto a visitarnos en lugares más íntimos. Lo malo de los festivales es que ciertos bolos se te hacen muy, muy cortos.
Saludos.
Una pena que este año no pudiera ir, pero así es la vida, y ultimamente está dificil. Yo no entiendo la inclusión de M-Clan, pero en fin. La verdad es que solo por los Crowes debió merecer la pena.
ResponderEliminarSaludos!
Coincido prácticamente en todo.
ResponderEliminarA Sheepdogs no los vi porque, después de una oportunidad de 3 o 4 temas a Smashing Pumpkins, decidimos marcharnos para ahorrar fuerzas.
Me jode no haberlo visto.
solo leo cronicas positivas de los Crowes ese dia. Vaya envidia, algun dia los vere !!! un saludos,
ResponderEliminarEnormísimos los Cuervos, sin palabras. Creo que coincidimos en casi todo lo acontecido el viernes...
ResponderEliminarun abrazote
¡Qué bueno es que las Leyendas ofrezcan lo que se espera de ellos! Los Black Crowes siguen demostrando su gran reputación. Completisíma cronica. Me apena lo de MClan, creo que tienen condiciones para rendir más, y canciones pero si en un festival así no convencieron mala señal. Saludos!!!
ResponderEliminarGrandes los Cuervos!
ResponderEliminarA+
Indudablemente, lo de black Crowes en directo está en otro nivel. Jamás han dado un mal concierto, no al menos en los que yo he estado o visto (dvd). Tienen tanta clase, carisma, canciones y savoir-faire que resulta imposible no rendirse a la evidencia. Era mi único gancho para acudir este año, pero me los perdí. Ahora sólo nos queda esperar nuevo material de estudio y esperar que de una vez por todas, tras quince años casi, se acerquen a Barcelona.
ResponderEliminarMe alegro que disfrutases el festi.