Vienen de Lexington, Kentucky, y con este, su tercer álbum (producido por Shooter Jennings), están llamando al atención dentro de la escena redneck americana. Combinan temas con más poso tradicional y adornos de violines en plan bluegrass, «Whiskey», con trallazos de rock sureño a golpe de slide como «Shotgun» o «The Last Opry / Burnin' Nashville Down». También se acercan al country y a los sonidos propios de los honky tonks y saben ponerse trascendentales y oscuros al estilo de los mejores Drive By Truckers. Y cuando la bebida los pone tontorrones se sacan de la manga baladas outlaw de prinera, véase «Angels In The Snow», o canciones hechas para cantar en el porche al atardecer, «Wine» (con la voz de Rachel Brooke). No se como deben estar sus dos anteriores trabajos pero Ashes & Angels me está dejando un estupendo sabor de boca.
le pegamos una escucha, que la cosa promete
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