Adquirí la box set cuando salió. No presté demasiada atención a su contenido. Ya saben, comprar por sistema a pesar de tener casi todo más que escuchado y más que visto. Estos días la he repasado a fondo y me he soprendido con los dos compactos más jugosos. El que recoge duetos y el que recopila temas inéditos. Pero más allá de las canciones la música del Loco, con su compleja personalidad siempre a cuestas, y los Troglos es la banda sonora sentimental de muchos de los que crecimos en una Barcelona que ahora ya no reconocemos. Tengo algunos años menos que José María Sanz pero mi ciudad Condal es la misma que la suya. Una ciudad ajena a la locura posmoderna, virgen todavía del frenesí olímpico y de la avalancha de turistas provocados por el mismo, y que sirvió de decorado perfecto para la romántica, así éramos de inocentes, aventura del rock & roll. Nuestras malas tierras particulares encerradas en los garitos de las Ramblas, en las madrugadas inolvidables de alcohol y descontrol, en todas la chicas que creímos amar y en todas las drogas que tragamos sin medida ni miedo. Viviendo al límite como solo el ímpetu irrefrenable de la juventud puede provocar. Una Barcelona que, para bien o para mal, ya no volverá nunca a ser como fue. Tampoco nosotros, el tiempo no ha pasado en balde y somos más viejos pero, ojo, igual de perros. Por eso a veces me cuesta escuchar sus canciones. Porque me recuerdan cosas que ya no volverán. Amigos que se fueron, mujeres que olvidé, momentos vividos ya irrepetibles, y siempre, siempre, una canción de fondo. Y entre ese particular fondo musical de los años salvajes, un batiburrillo de metal, punk, rock & roll y hard rock, las tonadas de los Troglos permanecen vivas en coros de borrachos y, como dijo Josele Enemigo, entre "verbenas de fuego en mis venas". La nostalgia me invade inevitablemente cuando regreso a sus discos y es indudable la capacidad de conexión con ese pasado y con los topicos que tanto nos gustan a los rockeros que habita en muchas de sus letras. Pero bueno, todavía queda mucho por vivir...¿O no?
No hables de futuro,
es una ilusión,
cuando el rocanrol conquistó mi corazón...........
Sábino Méndez
BRAVO, BRAVISIMO !!!!
ResponderEliminarMe has emocionado, tio, a mi me pasa lo mismo, lo mismisimo con el Foro.
Gracias por el post, eres un crack.
Un abrazo, man.
Bola8.
También me has emocionado, el Loco siempre anda escondido en algún rincón de la memoria. Una de las mejores bandas de rock'n'roll que ha dado este país, no fue gratuito que los Stones los eligieran como teloneros en su gira, y ya con Sabino y Loquillo reconciliados, se cierra el círculo.
ResponderEliminarGran post Manel
Siempre trate de seguir de cerca el rock iberico y Loquillo lo conoci gracias al Mariscal Romero que tenia un programa radial por aqui y nos presentaba lo que se cocinaba por alla y como podiamos haciamos magia para conseguir algo ,ahora con las nuevas tendencias iremos saldando esas deudas .Tengo entendido que es muy amigo del "Salmon" Calamaro
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por tu visita
Gran post. Loquillo es grande. Su época dorada con Los Trogloditas es de lo mejor que nos ha dado el rock estatal.
ResponderEliminarSaludos!
Se huele, se siente , se palpa! que amas el rock amigo!
ResponderEliminarAnd i Like It!
Un abrazo
Felicidades, gran post. Me identifico plenamente con todas y cada una de tus palabras.
ResponderEliminarUn saludo
Gran post. Barcelona es una gran ciudad. En Bilbao, el cambio ha sido a una ciudad más luminosa menos gris, ha perdido algo especial.
ResponderEliminarUn abrazo
Loquillo siempre me ha parecido un tipo muy singular, y sobre todo, un referente del estado musical patrio. Este recopilatorio y esta gran entrada una potente excusa para repasar su dilatada carrera musical, agradecido!...
ResponderEliminarUn abrazo.
A mi me pasa lo mismo pero en Madrid y con los BURNING...........Pasote
ResponderEliminarBravo!!
ResponderEliminarEntiendo perfectísimamente lo que nos quieres transmitir, Manel.
Desde la lejana, pero también bañada por el Mediterráneo, Cartagena, nosotros nos sentíamos igual de libres e igual de soñadores, pese a todos los problemas de la época y de la edad.
Precisamente, Loquillo odiaba esa ciudad porque allí tuvo que hacer la mili, pero la única vez que lo ví en directo, un 29 de Dicembre de 1989, él y su banda nos conquistó para siempre!!!