Ya estamos aquí. De vuelta a la rueda. En un par de días estaré de nuevo en el engranaje. Y que no falte tal y como están las cosas. Pero nadie podrá quitarme estos estupendos días que he pasado. Asturias es realmente un paraiso natural tal y como reza la publicidad institucional. Tuvimos un tiempo cojonudo toda la semana, la casa rural era preciosa y estaba en una ubicación privilegiada. El primer día ya flipamos bañándonos en la playa salvaje de Cabo Vidio. Apenas quince personas tuvimos el privilegio de presenciar una puesta de sol espectacular y tras ello una estupenda cena en una sidrería cercana. Otro momentazo fue el día pasado en el Parque Natural de Somiedo, con comida para anotar en el alberge, las patatas con congrio o el lacón picante estaban sabrosos de verdad, paisajes para recordar y una buena tanda de trekking zanjaron la jornada. O caminar por la Senda Costera, cinco kilómetros que recorren acantilados entre San Esteban de Pravia y la Playa Aguilar, con unos miradores estratégicamente situados para admirar unas vistas de cine. El día pasado en compañía de mi amigo Pablo de Avilés y de mi otro amigo Pablo de Mallorca que con su chica estaban pasando unos días también en tierras asturianas. El Pablo de la tierra ejerció de admirable cicerone llevándonos a comer a Casa Lin, ¡¡como estaba el arroz negro cullons!!, a visitar un par de entornos maravillosos, hacernos trasegar litros de sidra y rematando la jornada con unas cervezas en La Taberna de Hank (Luanca) mientras disfrutábamos del concierto de los rockers Los Vólidos (sí, con v) . También merece nota el homenaje que nos dimos en el puerto de San Esteban, una ventresca de bonito y una parrillada de carne de auténtico lujo, tras un baño en la diminuta playa que hay junto a las piscinas de agua salada. El mar estaba movidito y era un gustazo pelear contra las olas mientras rompían en estallidos de espuma contra las rocas. Los enanos se lo pasaron de muerte. Nos quedaron muchas cosas por ver y por hacer. Entre ellas, lamentablemente, no pude coincidir con mi amigo Omar de Gijón para tomar unas cervezas. Asturias necesita más que los seis días pasados allí. No me cabe la menor duda de que volveremos. Y la semana siguiente dirección a un entorno conocido. Hace diez años que vamos a pasar una semana en Agosto. Mi hijo mayor empezó a caminar allí, se le cayó su primer diente y me encuentro como en casa. Paramos en una casa rural cercana a Gerri de La Sal, en el Pallars Jussa. En un pueblo diminuto donde solo hay dos casas habitadas. La paz y el descanso están garantizados. Bañarse al atardecer en el lago de Montcortés es un privilegio, buscar gorgs para remojarse en las frías aguas, te ponen las pilas rápido, de los ríos, hacer trekking durante kilómetros sin tropezarte con nadie, observar las rapaces y los buitres levantar el vuelo aprovechando las primera corrientes de aire caliente, disfrutar de la tradicional comida en Casa Kiko de Llessui, ese all i oli de codony es magistral, tropezarte con zorros cruzando el camino, tomarse unas cervezas fresquitas en el chiringuito bajo el puente....En fín, qué bueno es ser rey!!!!!!!!!! Me alegro mucho de volver a leeros. Un abrazo virtual a todos.
Bienvenido al ruedo,je,je.. a mi me queda una semana todavia, aprobechare para mi visita anual a la isla blanca.
ResponderEliminarYo acabé las vacaciones hace una semana y aquí estoy.
ResponderEliminarDispuesto a leer tus estupendos artículos.
Un saludo
Benvingut Manel!!!!
ResponderEliminarBonitas vacaciones Manel!!! Qué te voy a decir del Pirineu lleidatà que no sepas... ;) Nos leemos!!
ResponderEliminarTe lo has pasado como los indios por tierras asturianas, eh!
ResponderEliminarY esa fabada, qué me cuentas, ja,ja,ja...
Saludos y feliz vuelta!
Me alegro de que lo hayas pasado genial, y te doy la bienvenida. Genial plan, gastronomia a saco, trekking, cerveza fresca. De verdad, me parece genial.
ResponderEliminarSaludos!!!!
Welcome back! Por lo que cuentas eso son vacaciones y desconecte con mayúsculas. En cuanto a la gastronomía he salivado leyéndote!
ResponderEliminarSaludos
Benvingut Mestre.
ResponderEliminarJe, je.. que rápido termina todo lo bueno.... y que grande es perderse en la montaña.
Lo dicho, vuelta a la normalidad.
Welcome to the jungle, Manelin!
ResponderEliminarParece que hambre no han pasado!!!!
ResponderEliminarBienvenidoooo!!!!!
Bon dia Manel.
ResponderEliminarJoder a eso le llamo yo disfrutar y encima en el mejor lugar de la península, Asturias. Que envidia, quiero volverrrrrrrr
Ja, ja, ja. Resulta que yo poniendo siempre verde (aún más si cabe) Asturias y tú haciendo una publicidad que ya quisieran muchos.
ResponderEliminarLo que yo digo, es maravillosa para venir de vacaciones.
Bienvenido.
Salud.
Coño, Manel, ando tan desconectado de internet que no había visto esto. Me alegro que hayas disfrutado un montón de tus días por aquí, nuestra tierra. Sin duda, es un paraíso natural, gastronómico, sidrero... y de vez en cuando, hasta musical. Muy buen día el que pasamos juntos, sí señor. Espero volváis más tiempo. Y muy divertido el concierto en Luanco (con o, jajajajaja). Un abrazo para todos ;-)
ResponderEliminarMe alegro que disfrutaras compañero! pero leerte es la mayor de las satisfacciones...
ResponderEliminarUn abrazo.