ZZ TOP / ARÈNES DE NIMES / VIERNES 9 DE JULIO

En primer lugar avisar de que si váis a algún concierto a las Arènes de Nimes compréis entradas de pista. El sitio es precioso pero altamente incómodo. Escaleras demoledoras, gradas de piedra (siéntense ustedes en ellas después de que esté pegando de lo lindo el sol todo el día) que además tienen casi un metro de alto (no vean los problemas de mucha gente para trepar por allí) y, por si fuera poco, hay que bajar hasta abajo para ir al baño o para pillar, es justo reconocer que hay muchachos vendiendo por las gradas, bebidas. Total, que tras ver al BONAMASSA, correcto como entrante, toca muy bien, la banda suena de lujo, pero oigan a mí no me llega lo que hace, demasiado standart, demasiado pulcro, desde la citada zona nos fuimos para abajo decididos a entrar en pista. Primer intento, los seguretas franceses nos hechan para atrás al ver nuestras entradas de grada y nos envían para arriba de nuevo. Segundo intento, mi colega Javi le ataca a una de las responsables de seguridad. "Que nos hemos equivocado al comprar las entradas, que venimos desde Barcelona, que patatín, que patatán..". La dama le dice que cuantos somos, "Cinco", le hace esperar un momento, habla con el cachas de antes y ¡Voilà! cruzamos el umbral. En escasos momentos estamos en las primeras filas más contentos que un futbolista con una modelo. Escenario sobrio, una gran pantalla de video detrás y las filas de amplis flanqueando la batería de Frank Beard. Hacemos acopio de cervezas, el calor era infernal, y nos preparamos para el show. Suena la habitual intro enlatada y...... ¡Zas, en toda la boca! El riff de «Got Me Under Pressure» azota el recinto dibujando una sonrisa que ya no desaparecerá hasta el final del concierto mientras Gibbons y Hill esbozan esos pasos de baile que tanto nos gustan. ¿Que misterio tendrán estos tres tipos para que su música sea combustible infalible?. El tiempo no perdona, están mayores, pero siguen sonando con una potencia descomunal, con ese sonido grasiento y motero que sabe a puro rock&roll, a pura dinamita tejana. Siguen «Waitin' For The Bus», el empalme con «Jesus Left Chicago», «Pincushion», con estupenda chavalita meneando las caderas desde las pantallas, «I'm Bad, I'm Nationwide», blues de muchos kilates, versiones de Willie Bronw y B. B. King, y «Cheap Sunglasses» da paso a uno de los momentos de la noche. La figura de JIMI HENDRIX aparece en la pantalla, Billy se arranca con los primeros acordes de «Hey Joe» y lo que no ha conseguido la erosión de los siglos lo consigue él con su guitarra. Las piedras romanas se vienen abajo. «Brown Sugar», «My Head Is In Mississippi» y «Just Got Paid» para encarar la recta final a degüello. Suena «Gimme All Your Lovin'» aquello ya es una fiesta, con el mítico video pasando por la pantalla, siguen con «Sharp Dressed Man» y con «Legs», obviamente con las guitarras de pelo blanco, ponen punto final. Ovacion de gala antes de que rematen a lo grande con versiones extendidas de «La Grange» y «Tush». Hora y media que pasa en un suspiro. Grandes como una catedral, ojalá nos duren muchos años. Y como anécdota contar que al llegar a Nimes y mientras buscábamos algún lugar para comer nos encontramos a Billy paseando por la calle. Rápidamente intentamos el acercamiento pero solo uno de nosotros consiguió foto y que le firmara unas carátulas antes de que los dos de seguridad que le acompañaban le hicieran acelerar el paso y salir de allí. Ha sido un viaje relámpago pero ha valido realmente la pena.