No sé si les habré contado en alguna ocasión que mi instinto paternal era nulo. Mejor diría que inexistente. No había pasado por mi cabeza en ningún momento la posibilidad de engendrar a uno de esos locos bajitos de los que hablaba Serrat en su canción. No es que no me gusten los niños. Cuando estaba con los de los demás perfecto. Pero claro, se trataba de un ratito y luego cada uno a su casa. Supongo que la causa principal de mi negación era la tremenda responsabilidad que suponía ejercer de padre. Tampoco mi ligereza habitual de cascos ayudaba mucho. Para que nos vamos a engañar. Pero la vida da incontables vueltas como muchos de ustedes habrán comprobado en sus propias carnes. Ya saben la historia, tira y afloja, venga va, que se nos pasa el arroz, no seas zopenco…..Total, que aquí me tienen. Todo un padre veterano con dos retoños, diez y siete años, bajo el brazo. Y claro, ahora no los cambiaría por nada del mundo. Por nada. Así que no saben lo que los he echado de menos estos días, doce concretamente, que han estado de campamentos. Si, hemos vuelto a hacer vida de novios. ¡¡Ya nos tocaba!! Hemos salido a todas partes sin que ninguno de los dos debiera quedarse vigilando el campamento. Hasta hemos podido estar unos días fuera, como habrán podido leer en entradas anteriores, sin los satélites girando alrededor constantemente. La tranquilidad en casa era absoluta. Ni gritos, ni risas, ni peleas, ni juguetes abarrotando el pasillo, ni ropa tirada por todas partes, ni no juguéis a pelota en el comedor…. Pero joder, la sensación de vacío que flotaba en el ambiente era evidente. Esta tarde estarán de vuelta y llevo de los nervios desde ayer. No les extrañe que hasta tenga que disimular la lagrimilla cuando los vea bajar del autocar. No se pueden imaginar las ganas que tengo de darles un abrazo. Me gustaría dedicar estas líneas a mi amigo Fer y a su pareja. No nos vemos mucho, hay una distancia considerable entre las ciudades en las que habitamos, la relación se mantiene a base de SMS, mails, los blogs y el pertinaz encuentro anual, o casi, en el festival Azkena. Y fue en está pasada edición cuando vi la alegría en sus ojos al darme la noticia de que estaban embarazados. Si, los hijos cambian la vida. Pero si algo nos ha dado ser la especie dominante en la tierra es nuestra capacidad de adaptación. Os dejo con Thin Lizzy. ¿No os parece esta la mejor canción para el día de hoy?
Grande, Manel!
ResponderEliminarY enooooorme canción!!!!
¿Sabe una cosa?
De la innumerable cantidad de gente a la que le he dado la noticia de que vamos a ser padres, solamente TRES personas nos han dicho: "Ya verás que bien. Es algo fantástico!!!".
Prácticamente el 100% te dice cosas como "prepárate que te va a cambiar la vida" o cosas como "olvídate de hacer las cosas que hacías antes" o "ya no irás a más conciertos" o "se acabó vivir" o "no volverás a dormir jamás" o demás mensajes, todos negativos.
Coño! Ya sé que me va a cambiar la vida, ya sé que mis prioridades no van a ser exactamente las mismas, ya sé que que es una responsabilidad, ya se que esto no es un juego.
Pero lo que quiero escuchar es que es algo bueno y que te alegra vernos ilusionados.
Solo TRES personas me han dado ese mensaje.
Y una de ellas fue Manel en el último ARF.
Un fuerte abrazo, amigo!!
A disfrutarlos Man!!!!!!!!
ResponderEliminarYo tb.tengo 2 y de la misma edad. Un chicarrón de 10 años y una chiquita de 7 años.
ResponderEliminarEl tenerlos ha sido la mejor experiencia de mi vida.
Lo mejor cuando el mayor se aficiona a ver mis DVD de Iron Maiden y a ver los solos de Mike Portnoy. Eso si que es una gozada.
Hola Henry...no te conozco pero yo sería el cuarto en decirte que enhorabuena, porque es lo más maraviloso que te va a ocurrir en la vida. A mi se me cae la baba con mi crio y no me priva de seguir disfrutando de la música y de los conciertos, y ni de lejos pienso que por ello sea más irresponsable. Un saludo.
ResponderEliminarPreciosa entrada Manel, comprendo lo que dices aunque no los tenga.
ResponderEliminarSobre la cancion, me encanta.
Manel, crack,ufff, no quisiera ser yo el que no lo viese todo de este color que dices, aunque es normal por las edades que dices que tienen.
ResponderEliminarDe todas maneras lo que ha de venir ya lo iras descubriendo por ti mismo. Y a medida de que vayan creciendo tendrás que ir manejando situaciones nuevas. Bueno desde que nacen, cada día es una situación nueva, por lo que te quedan unas cuantas por ir descubriendo, y no voy a ser yo quien te vaya a decir de que va a ir.... ja, ja... Manel, aixo comença i es un no parar... ja, ja...
Eso si, aprovecha cada momento.
Venga, no te pego mas la paliza,
Un saludo.
Yo no soy padre, pero demostrado esta que cuando nacen le cambian la vida y la cara a los afortunados padres. Lo he visto en muchos familiares y amigos. Muy buen post y grandisimo tema.
ResponderEliminarSaludos!!!!
Yo no tengo lamentablemente, circustancias de la vida!!!
ResponderEliminarEspero tener uno antes que se me pase el tiempo!
Disfruta de ellos, eres un privilegiado.
un abrazo
Dí que sí.
ResponderEliminarYo no soy padre ni quiero serlo. Pero ello no significa que los que decidís dar el paso estéis equivocados.
Es una custión de elección personal.
Tu elegiste sí. Yo elijo no.
Peor mola.