Muy mitificada está dentro de la mitologia del rock & roll la figura del perdedor. Desde los loosers tipo Nikki Sudden o Johnny Thunders, dandys con atractivo y carisma, hasta figuras más marginales como ese despropósito que fue Sid Vicious. El encanto del que lo tuvo todo para ganar y se quedó a las puertas es uno de los misterios que rodean a la cultura rock. El pasado jueves en la sala 2 de Apolo tuvimos otra dosis de nuestra particular adoración por aquellos que se quedaron a mitad del camino. JUNKYARD lo tuvieron todo a favor, un primer disco con buenas ventas y excelentes críticas, una escena favorable con mucho público como era la del sleazy angelino, aunque ellos bebían más de las fuentes del punk, el southern y el blues, y unas discográficas volcadas con bandas como ellos. Corre la leyenda que GEFFEN les dió de lado con su segundo álbum, el magnífico Sixes, Sevens & Nines, para potenciar a GUNS & ROSES. Puedo decir que no fue exactamente así, otro día con más tiempo y ganas os contaré toda la historia, pero...... ¿Que más da? Ya nada se puede cambiar. Las huestes de Axl Rose ya no podrán sonar nunca, aunque quisieran, como lo hicieron JUNKYARD la pasada noche. Millones de dólares, cientos de chicas, toneladas de ego, kilos de farlopa y litros de alcohol se lo impiden. Ellos ya no pueden soñar. JUNKYARD todavía pueden hacerlo, especialmente su cantante David Roach, todavía pueden pensar mientras entonan alguna de sus canciones en el minúsculo escenario de La 2 que han vuelto veinte años atrás y están girando con LYNYRD SKYNYRD en recintos repletos hasta la bandera. Y convertirse, por una noche, en una de las bandas de rock & roll más veneradas del planeta. Muchos combos de veintañeros deberían tomar como ejemplo la actitud derrochada por estos, casi, cincuentones. Rabia, mala leche y pasión por el rock & roll. Más allá de defectos, de errores, de circunstancias. Cuando acabó la tríada "Misery Loves Company", "Blooze" y "Texas" pensé en que eran una de las bandas más grandes del universo llevado por la euforia y la efervescencia del momento. Euforia que se vió confimada con las interpretaciones de "Simple Man", "Hollywood", "Lost In The City", "Long Way Home" y el cover final del "Ace Of Spades" de Motörhead. El despliege físico de David Roach fue menor que en su anterior visita, los años no pasan en balde, pero aun así se mantuvo entre los mejores frontmans que jamás haya podido ver sobre un escenario. Hora y cuarto escasa de concierto, no habían podido ensayar nada antes de iniciar la gira ya que Chris Gates estuvo enfermo, que supo a gloria y a verdadero rock & roll. Sin trampa, truco ni cartón. Enormes en su miseria.
Curios lo de Geffen se cargo a JUnkyard, Rock City Angels y warrior Soul....El show de JUnkyard musicalemnete me encanto, pero en entrega me quedo con el de KGB, estaria bien que incluyeran un acompañanete al piano para proximas giras.
ResponderEliminarMe los perdi,y es que todo no puede ser.
ResponderEliminarSaludos
Entonces por lo leído, esta gira está siendo musicalmente mejor pero menos intensa que la anterior???
ResponderEliminarDe todas formas, eso casi que da igual. En esos conciertos sólo puede ir uno a disfrutarlos de principio a fin.
Nunca he estado muy ligado a la música de esta gente. Y temo que ya no sea el momento (corríjame si me equivoco), pero sus comentarios acerca de los perdedores del R&R me parecen muy afortunados.
ResponderEliminarCreo que el tema daría para uno o varios libros y, por supuesto, para un futuro post.